Ibán MartÃn dedica el programa 32 al Mos maiorum (La costumbre de los mayores).
Se detiene al principio en dos proyectos historiográficos singulares de dos autores cercanos en el tiempo. Primero, Quinto Fabio PÃctor que en el siglo III a. C. escribió una historia de Roma en griego. La razón, según se cuenta en el pódcast, es que no habÃa un relato que defendiera la postura de Roma en el conflicto con Cartago durante la primera Guerra Púnica. Y por ello esta historia se escribió en griego, para que la leyeran los ciudadanos no romanos. Marco Porcio Catón “el Viejo” fue contemporáneo de él, su vida transcurrió entre el siglo III y el II a. C. desde su juventud como soldado del ejército romano contra AnÃbal a ocupar la mayorÃa de los cargos de la magistratura: cuestor, edil y finalmente, la mayor distinción en la polÃtica de Roma, el cargo de cónsul en 195 a. C. y el de censor en el 184 a. C. Se le considera el fundador de la historiografÃa latina. Su obra Origines es la primera obra de este tipo escrita en latÃn que se ocupa no solo de la historia de Roma sino de las ciudades de Italia. El estar escrita en latÃn es un rasgo muy caracterÃstico, señalaba la voluntad de Catón de subrayar que la cultura predominante era la del pueblo vencedor. Roma habÃa vencido a Grecia, su lengua y su cultura debÃa prevalecer sobre la de los griegos.
Al final del post se ofrece como anexo un repaso de los valores que constituÃan el "Mos maiorum": Fides, Pietas, Auctoritas, Dignitas, Gravitas.
Los senadores se opusieron al sentirse coaccionados, y después se negaron a conceder la victoria a los cónsules y a los ejércitos. Pero a los cónsules se les ocurrió la estratagema de proponer a la Asamblea de la Plebe conceder el triunfo en la batalla, prerrogativa exclusiva del Senado hasta este momento. Y asà se hizo. Los senadores se sintieron afrentados y aumentó la tensión social.
Las reivindicaciones eran las mismas que en otras ocasiones. Se pedÃa por parte de la plebe que se permitieran matrimonios entre patricios y plebeyos. Y también que el puesto de cónsul, dos que se elegÃan anualmente, fuera ocupado por alguien de la plebe. Estas peticiones desataban la ira de los patricios. Asà en medio de estas tensiones sociales pasaron tres años, hasta el 446 a. C. Por esta época se produjeron cambios en la estructura de poder al frente de Roma. Por vez primera se nombraron tribunos consulares con poder militar. Se barajan varias causas, una de ellas es de tipo práctica: con un ejército cada vez más numeroso y sofisticado, se quedaba corto el mando de la tropa por dos cónsules, uno a cargo de cada mitad del ejército. Se sabe que en el 426 se nombraron cuatro tribunos consulares y eso amplió las posibilidades de estrategia militar. Antes del final del siglo V a. C. habrá años en que se nombrar 8 o 10 tribunos consulares. En paralelo a estos nombramientos, en el 443 a. C., se creó dentro de la magistratura el cargo de censor. La tarea de hacer el censo antes recaÃa en los cónsules. La creación de esta figura descargó a los cónsules de esta labor para poder centrarse en cometidos militares.
Programas 40 a 47.- En el año 431 a. C. se inicia la Guerra del Peloponeso (la Liga del Peloponeso, la Atenas de Pericles, en su época dorada se enfrenta a Esparta, la Liga de Delos), Cartago entra en la órbita de Roma por vez primera al hacer una incursión en tierras de Sicilia y Roma sigue de nuevo en conflicto, esta vez contra Veyes. La ciudad cayó en el 396 a. C. y sabemos que Marco Furio Camilo, al frente de la operación, fue cuidadoso de no enojar a los dioses y se llevó a la diosa Juno de la ciudad vencida de Veyes para incorporarla al culto en Roma, donde se le construyó un templo a su altura. Dicho templo, hoy desaparecido, se consagró a Juno Moneta, “la que amonesta, la que advierte”. La palabra “moneda” viene de este templo porque en el Foro de Roma, el edificio donde se acuñaba la nueva moneda de Roma estaba anexo a este templo. En la Edad Media se construyó en el lugar donde se ubicaba el templo de Juno la basÃlica de Santa MarÃa en Aracoeli.
Tras esa victoria se avecina un hecho que va a resultar traumático para Roma, la derrota en batalla contra los galos y el saqueo de Roma por parte de estos. Se llamó la batalla del Alia y, aunque se desconocen los datos exactos del número de combatientes se calcula una mayorÃa apabullante de galos. Los romanos fueron pasados por encima. El ejército se dispersó y parte huyó a Veyes, otros huyeron buscando refugio en Roma. Muchos se ahogaron en el TÃber. Nada se oponÃa entre los galos y Roma y allà que se encaminaron y sitiaron la ciudad. Se acumulan en este capÃtulo viejas leyendas. Una de ellas dice que Roma odia a los perros y respeta y venera a los gansos y el origen de este dicho lo explica muy bien el siguiente artÃculo de National Geographic Historia.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/gansos-salvaron-roma-galos_15359
AsÃ, en el intento de los galos de tomar al asalto la ciudadela capitolina donde se escondÃan los romanos que habÃan sobrevivido. En mitad de la noche, en silencio, los galos avanzaban escalando las rocas, los perros, dormidos no avisaron, pero sà los gansos, que graznaron y armaron revuelo despertando a los romanos y consiguiendo defenderse del ataque. No se entiende muy bien esto. Según algunos, los perros estaban tan famélicos que no tenÃan fuerzas ni para ladrar, según otros, los galos entregaron comida a los perros y ello les calló. En los Museos Capitolinos encontramos este bronce de un ganso:
Roma pasó por la humillación de tener que comprar su libertad a los galos, a cambio de oro. De esta situación se dice que viene la frase famosa “Vae victis”, que puede traducirse como “¡Ay de los vencidos!”. Según se cuenta, lo dijeron los galos con desprecio y socarronerÃa cuando los romanos se quejaban de que al pesar el oro que tenÃan que pagar, los galos habÃan trucado los pesajes y les estaban haciendo trampas.
En el siguiente cuadro, Breno y su parte del botÃn representa al jefe de los galos tomando todo lo que se le antojara (tanto bienes como personas) tras una victoria humillante para Roma.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Paul_Jamin
Paul Jamin pintó este cuadro en 1893 y se conserva en el Museo de Artes de la Rochelle
Como anexo al post de hoy, incluimos los valores de la Mos maiorum, según pregunta formulada a Chat GPT: Fides, Pietas, Auctoritas, Dignitas, Gravitas.
Fides (Fidelidad): La fides se referÃa a la lealtad, la confianza y la fidelidad en las relaciones interpersonales y en los compromisos. Los romanos valoraban la palabra dada y la honradez en las transacciones y acuerdos.
Pietas (Piedad): La pietas romana se centraba en el respeto y la devoción hacia los dioses, la familia y la patria. Implicaba cumplir con los deberes religiosos y familiares, asà como mostrar lealtad hacia la República.
Gravitas (Seriedad): La gravitas se asociaba con la seriedad y la dignidad en la conducta. Los romanos creÃan en la importancia de abordar los asuntos con seriedad y responsabilidad.
Dignitas (Dignidad): La dignitas se relacionaba con la reputación, el prestigio y la posición social. Los romanos buscaban mantener su dignidad personal y familiar a través de sus acciones y logros.
Auctoritas (Autoridad y Prestigio): La auctoritas se referÃa al prestigio y la autoridad moral que una persona ganaba debido a su experiencia, logros y respeto en la sociedad.
Según Ibán MartÃn se hizo un uso torticero a veces de estas virtudes, porque las clases pudientes acudÃan a la tradición para tratar de cortar de raÃz cualquier cambio, cualquier reivindicación de los menos favorecidos socialmente. La recurrencia a los valores del Mos maiorum era un instrumento que garantizaba a los patricios seguir gozando de sus privilegios.
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