jueves, 19 de agosto de 2021

Vacaciones en Almería. Excursión III: cabo de Gata

Si hay alguna excursión que no puede faltar en vuestra visita a Almería es esta. Hay que recorrer unos 90 kilómetros desde Vera por la autopista A7 (algo más de una hora) para llegar hasta nuestra primera parada, el centro de interpretación para visitantes Las Amoladeras. En él a través de una exposición, cartelas explicativas y dispositivos interactivos se expone el origen volcánico de la sierra del Cabo de Gata que explica su singular geología. Tiene un origen relativamente reciente, relacionado con el choque entre las placas africana y europea, hace entre 6 y 15 millones de años. También se hace referencia a la privilegiada relación entre la geografía almeriense y el cine, pero de ello ya nos hemos ocupado y nos ocuparemos más adelante en el presente artículo.

Pocos kilómetros después de salir del Centro y, antes de llegar a la costa, nos indicaron un par de observatorios ornitológicos donde la especie más buscada por los prismáticos fueron los rosados flamencos, siempre bonitos de ver. A continuación, por la carretera que va del barrio de San Miguel al faro de Cabo de Gata (levantado en 1861), se ve en primer lugar el Torreón de Cabo de Gata (que se asemeja a otros torreones circulares de tipo defensivo que hemos visto estos días); más tarde se sobrepasarán las salinas del cabo de Gata (atención a la iglesia y el contraste con un paisaje desértico). Ofrece una estampa tremendamente atractiva y desoladora a la vez. Aquí se adjunta un enlace con más información sobre la iglesia.

Por último, se hace el ascenso por carretera hasta el Faro, a partir del cual ya no es posible el acceso al parque en vehículo a motor. Es obligado detenerse para hacer la foto prescriptiva del arrecife de las Sirenas. Una estupenda idea puede ser reservar una excursión en kayak desde la playa del cabo de Gata hasta el arrecife de las Sirenas. Nosotros lo hicimos con El Cabo a Remo. Dan todo tipo de facilidades para programar la salida en horario de mañana o de tarde y, según el estado de la mar, propone la salida desde un punto u otro. Nosotros estábamos interesados en hacer la ruta al arrecife de las Sirenas y mereció la pena. Pedro se encarga de todo, en primer lugar del reportaje fotográfico (que hace que puedas olvidarte del móvil por unas horas); por otro lado, nos explicó la ruta con un entusiasmo del que solo puede hacer gala quien adora su trabajo; además, hicimos una parada para practicar esnórquel en un lugar paradisíaco (vimos distintas especies de peces y posidonia, esa planta submarina característica del Mediterráneo). Y lo mejor, el refresco bien fresquito que nos esperaba tras las tres horas de remo.

Tras haber visto esta parte, se puede proseguir la visita a pie en un recorrido que nos llevará a las playas de Mónsul, Genoveses y termina en San José. A continuación en la foto se aprecia la belleza del arrecife de las Sirenas y el faro del Cabo de Gata.

Nosotros decidimos recorrer unos 40 kilómetros en el coche, bordeando la sierra del cabo de Gata hasta llegar a San José y después de turistear por el precioso pueblo que aún conserva su esencia pesquera y comer, pusimos rumbo a las playas de Genoveses y Mónsul. En verano, el acceso está limitado. La barrera de entrada se cierra a las 11 de la mañana y ya no se abre hasta las 14 horas. Pero, una vez llenos los aparcamientos, la condición para poder entrar es que otro vehículo abandone la zona. Por eso es importante tener en cuenta que es difícil calcular cuánto tiempo de cola tendremos que hacer, haya 3 coches delante de nosotros o 30. En nuestro caso, tuvimos suerte. No había cola para playa de Genoveses y solo esperamos 20 minutos para acceder a la playa de Mónsul.

Preferimos visitar la playa de Mónsul en primer lugar:

Y aquí debemos hacer otro inciso para hablar de nuevo del lugar privilegiado que tiene Almería y sus costas y enclaves naturales en la historia del cine, no solo español, sino estadounidense. En este caso, si no lo sabéis, os va a sorprender, porque una de nuestras sagas preferidas, la de Indiana Jones, rodó una escena inolvidable de La última cruzada en la playa del Mónsul. Ahí va vídeo que lo atestigua:

Curioso, ¿verdad? Para otro momento dejamos la explicación de la importancia de Almería en particular y España en general como plató para tantas películas de Hollywood.

Nuestra película del día acababa justo aquí, con la visita en último lugar de la playa de Genoveses:

No pudimos ir más allá en nuestra excursión, solo un día da de sí lo que da, nos quedaron sitios fantásticos por ver, siguiendo la costa en dirección Norte, como la playa de los Escullos y la fortificación de San José (emparentada con las que vimos en la excursión desde Garrucha), Isleta del Moro (previo paso por el mirador de la Amatista); el maravilloso playazo de Rodalquilar, con el castillo de San Ramón, un par de siglos anterior al proyecto defensivo de Carlos III para la costa de Almería, lo que demuestra que durante siglos, el peligro para estas costas llegaba a menudo por mar; finalmente, la playa de Las Negras, cala de Enmedio y el singular lugar de Agua Amarga. La siguiente parada sería la playa de los Muertos, de la que ya hablamos en la anterior excursión por Almería.

     Para esta parte que quedó sin visitar recomendamos el blog Mochileando por el mundo, con mucha información para este trecho de los Escullos a playa de los Muertos y unas fotos preciosas.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Vacaciones en Almería. Excursión II: Calas, chiringuitos, esnórquel y castillos desde Garrucha hasta Mesa Roldán

 Aunque se tarda apenas una hora en recorrer en coche los 35 kilómetros de la excursión que proponemos hoy para visitar varios castillos, baterías y torres defensivas (desde Garrucha a la torre de Mesa Roldán), lo que veremos es tan variado y ambicioso que es posible que la ruta se quede sin terminar, como nos pasó a nosotros. Las fortificaciones que vamos a mencionar en este artículo fueron construidas en la misma época la mayoría de ellas, en el siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III, con la intención de reforzar las defensas costeras y proteger la costa del ataque de piratas bereberes. Aunque las amenazas llegaron a estas costas por mar mucho antes, hace siglos y de ahí otras torres defensivas y fortificaciones más antiguas, de las que hablaremos.

Dejamos fuera de esta publicación, el castillo de los Escullos, en San Felipe de Níjar, que sería la siguiente que encontraríamos de continuar nuestra ruta a lo largo de la costa hacia el Sur.

Comenzamos en Garrucha, el lugar de los que vamos a visitar hoy en primer lugar es el que se halla más cerca de Playas de Vera, y está justo al lado del local Boracay, donde terminamos la noche de la entrada anterior. Se trata del castillo de Jesús Nazareno, castillo de las Escobetas o castillo de San Ramón. Interesa la función que desempeña hoy como Centro de Interpretación de la Pesca y Medio Marino Nautarum. Se puede visitar de martes a sábado de 10 a 14:00 horas.

El castillo fue construido en 1769 por el arquitecto Francisco Ruiz Garrido y está formado por una batería semicircular y dos torreones de defensa.
https://www.qhm.es/lugares/que-ver-castillo-san-ramon-escobetas/
La segunda parada de nuestra visita es la torre de Macenas. La encontramos en la carretera que viene de Mojácar. Después de visitarla, se toma el camino de tierra que, pasando por delante de la torre del Pirulico nos llevará hasta el chiringuito Manaca. Dicha torre del Pirulico se puede visitar subiendo por una escalera que hace posible el acceso:



El camino de tierra desde la Torre de Macenas hasta el chiringuito Manaca tiene una extensión de 3,3 kilómetros y transcurre en paralelo a la costa, con impresionantes vistas al mar (es obligado hacer parada al llegar a la torre del Pirulico). Aunque está en buen estado, en determinados tramos no hay anchura suficiente para dos vehículos que se crucen en paralelo. Las dificultades en el acceso nos hacía preguntarnos si merecía la pena el trayecto. La respuesta la obtuvimos al llegar a la cala del Sombrerico, donde una formación rocosa en vertical de varios metros de altura da nombre a la playa de varios kilómetros que se extiende desde la torre de Macenas. Rotundamente sí, merece la pena. Tanto es así que ya no nos movimos de la cala en todo el día y cancelamos el resto de los sitios que teníamos previsto visitar.

Lo primero, nos encontramos ante un lugar maravilloso, privilegiado, concurrido pero no abarrotado. es así que ya no nos movimos de la cala en todo el día y cancelamos el resto de los sitios que teníamos previsto visitar.
En la playa del Sombrerico se encuentra el chiringuito Manaca, que nos sirve para rellenar un capítulo de la historia de amor entre Almería y el cine. En este caso se trata de un capítulo antiguo, data del año 1972, año en que Orson Welles rodó la película La isla del tesoro, adjudicándose para él el papel protagonista de John Silver. A continuación, se puede ver un vídeo de la cala del Sombrerico tal y como estaba hace décadas, cuando se rodó la película. De hecho, con los restos del fuerte que se levantó para la película se construyó el chiringuito Manaca.
Para la comida, nuestro plan consistía en tomar paella en el chiringuito Manaca (de nuevo, una maravillosa recomendación de nuestros vecinos José Luis y Belén). Como es imposible calcular con antelación la afluencia es conveniente reservar. Además de paella, tienen una gran variedad de platos para elegir, se come fenomenal, con precios razonables y con vistas muy agradables.
¿Qué nos perdimos por habernos quedado atrapados, suspendida nuestra voluntad por tanta maravilla, en la playa del Sombrerico, cual nuevos ulises en la Isla de los Lotófagos? Pues, de haber seguido la ruta prevista, tocaba continuar por la carretera de la costa que une la torre de Macenas con Carboneras, para detenernos, antes de llegar al pueblo, y aunque fuera brevemente visitar la tristemente célebre playa del Algarrobico, a la que le ha robado la popularidad del nombre el hotel ilegal, levantado desde 2003, prohibido por distintas sentencias y que, a pesar de todo, como un mamotreto distópico se yergue en mitad del elemento natural e intenta apropiarse de una cala de todos para los pocos que puedan pagarlo, con un proyecto especulativo y antiecológico. Tal vez su último valedor, el Ayuntamiento de Carboneras (leer artículo en enlace adjunto), se resiste a que se apruebe la orden que definitivamente lo derribe y restituya la cala a su estado primigenio.

Como decíamos, de haber cumplido la planificación del día, habríamos entrado en el parque natural del Cabo de Gata por Carboneras, su acceso más septentrional, y habríamos visitado la torre de Mesa Roldán y la maravillosa playa de los Muertos. Nos la perdimos. Queda pendiente para mejor ocasión. Al contrario que Genoveses y Mónsul, cuyo acceso se cubre caminando unos centenares de metros desde el aparcamiento correspondiente, a playa de los Muertos se accede por un camino escarpado de algo más de medio kilómetro de desceso pedregoso. Una vez en la playa, de gravilla blanca, se puede disfrutar de las aguas más azules de la zona de cabo de Gata.

En el blog Sensación rural se dedica un artículo a los 10 mejores castillos de Almería. Si os habéis quedado con ganas de más sobre los castillos de la zona, podéis leerlo.

sábado, 7 de agosto de 2021

Vacaciones en Almería. Excursión I: Mojácar.

https://www.diariodealmeria.es/provincia/Mojacar-pueblos-Espana-lectores-Pais-bonitos_0_1340266113.html

El primer día de excursiones podemos emplearlo por completo en conocer Mojácar, bien merece la pena acercarnos a este pueblo, elegido entre los más bonitos de España. Uno de los muchos motivos que lo hacen merecedor de dicho galardón radica en la peculiar fisonomía del pueblo, encaramado a la ladera de la sierra de Cabrera; sin embargo, comenzamos la visita a pie de mar, en Mojácar playa, para disfrutar de una mañana en remojo.

Desde Playas de Vera, puedes llegar a Mojácar Playa en unos 20 minutos, apenas hay 13 kilómetros de distancia. Una vez allí, tenemos a nuestra disposición 17 kilómetros de playa (muy tranquilas en el mes de julio) para elegir, desde la playa Marina de la Torre hasta la más alejada playa del Sombrerico (de la que hablaremos en otra ocasión). Nosotros nos quedamos en una de las primeras, la playa de Mojácar, porque es la más cercana a Mojácar pueblo y también porque nos habían recomendado nuestros vecinos Belén y José Luis el restaurante Aku, Aku, donde se comen arroces y paellas estupendas. Una buena alternativa a este es el restaurante Torre Bahía. Si nos apetece otro tipo de comida proponemos el italiano Antonella (en el Paseo Mediterráneo, 30; no tiene página web).

Por la tarde toca subir hasta Mojácar. Primera parada: Fuente Mora, lugar de honda raigambre, se dice que fue en esta plaza donde el moro Alabez negoció con los Reyes Católicos la rendición de Mojácar el 12 de junio de 1488 (puedes saber más sobre la historia en el siguiente enlace de qhm.es).  Tiene 12 caños de los que mana agua que se utilizó para lavar la ropa y el aseo personal, cuando no había agua corriente en las casas de la parte alta de Mojácar.

Tomamos prestadas de la Guía del Levante Almeriense, qhm.es , las siguientes fotografías de la Fuente Mora y la Estatua de la Mojaquera, respectivamente:


La estatua de la Mojaquera ofrece el interés de homenajear la indumentaria y el rol de las mujeres de Mojácar de portear agua sobre sus cabezas cuesta arriba durante siglos por las calles intrincadas de la ciudad. En las fiestas de la ciudad se elige cada año la mujer que mejor desempeña dicha tarea.
Resulta muy interesante la visita de la iglesia fortaleza de Santa María, de estilo gótico, construida en 1560 sobre una antigua mezquita.

A continuación, pudimos disfrutar de una puesta de sol maravillosa desde el restaurante La Muralla (Calle Arcos de Luciana, sin número; no tiene página web). Ofrece platos de pasta y pizza a precios ajustados. También raciones de cocina nacional.

Desde el balcón de la plaza Nueva hay una foto impresionante del llamado valle de las Pirámides. Cuando tengáis la vista delante de vosotros, entenderéis el porqué del nombre. Lamentablemente, durante nuestra visita se había instalado en esta plaza un escenario para tocar música en directo y ello inutilizaba el mirador para disfrutar de las vistas.


Tras la cena paseamos por las calles encantadoras de Mojácar, disfrutamos de sus casas cúbicas de estilo árabe de un blanco reluciente, nos detenemos en los rincones deliciosos y llegamos hasta el otro mirador, tan conocido o más que el de la plaza Nueva. Es el del Castillo y proporciona vistas inolvidables a la costa. Para después del paseo, un sitio con solera musical es el Loro azul (Plaza del Frontón, sin número; no tiene página web), en lo más alto de la ciudadela, lugar ideal para escuchar el mejor jazz y tomar una copa.

S.P.Q.R., de Mary Beard. Segunda parte

    Entre el 112 y el 105 a. C. se desató una lucha por la sucesión del rey de Numidia .   Salustio lo contó 70 años después en su ensayo...