miércoles, 11 de agosto de 2021

Vacaciones en Almería. Excursión II: Calas, chiringuitos, esnórquel y castillos desde Garrucha hasta Mesa Roldán

 Aunque se tarda apenas una hora en recorrer en coche los 35 kilómetros de la excursión que proponemos hoy para visitar varios castillos, baterías y torres defensivas (desde Garrucha a la torre de Mesa Roldán), lo que veremos es tan variado y ambicioso que es posible que la ruta se quede sin terminar, como nos pasó a nosotros. Las fortificaciones que vamos a mencionar en este artículo fueron construidas en la misma época la mayoría de ellas, en el siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III, con la intención de reforzar las defensas costeras y proteger la costa del ataque de piratas bereberes. Aunque las amenazas llegaron a estas costas por mar mucho antes, hace siglos y de ahí otras torres defensivas y fortificaciones más antiguas, de las que hablaremos.

Dejamos fuera de esta publicación, el castillo de los Escullos, en San Felipe de Níjar, que sería la siguiente que encontraríamos de continuar nuestra ruta a lo largo de la costa hacia el Sur.

Comenzamos en Garrucha, el lugar de los que vamos a visitar hoy en primer lugar es el que se halla más cerca de Playas de Vera, y está justo al lado del local Boracay, donde terminamos la noche de la entrada anterior. Se trata del castillo de Jesús Nazareno, castillo de las Escobetas o castillo de San Ramón. Interesa la función que desempeña hoy como Centro de Interpretación de la Pesca y Medio Marino Nautarum. Se puede visitar de martes a sábado de 10 a 14:00 horas.

El castillo fue construido en 1769 por el arquitecto Francisco Ruiz Garrido y está formado por una batería semicircular y dos torreones de defensa.
https://www.qhm.es/lugares/que-ver-castillo-san-ramon-escobetas/
La segunda parada de nuestra visita es la torre de Macenas. La encontramos en la carretera que viene de Mojácar. Después de visitarla, se toma el camino de tierra que, pasando por delante de la torre del Pirulico nos llevará hasta el chiringuito Manaca. Dicha torre del Pirulico se puede visitar subiendo por una escalera que hace posible el acceso:



El camino de tierra desde la Torre de Macenas hasta el chiringuito Manaca tiene una extensión de 3,3 kilómetros y transcurre en paralelo a la costa, con impresionantes vistas al mar (es obligado hacer parada al llegar a la torre del Pirulico). Aunque está en buen estado, en determinados tramos no hay anchura suficiente para dos vehículos que se crucen en paralelo. Las dificultades en el acceso nos hacía preguntarnos si merecía la pena el trayecto. La respuesta la obtuvimos al llegar a la cala del Sombrerico, donde una formación rocosa en vertical de varios metros de altura da nombre a la playa de varios kilómetros que se extiende desde la torre de Macenas. Rotundamente sí, merece la pena. Tanto es así que ya no nos movimos de la cala en todo el día y cancelamos el resto de los sitios que teníamos previsto visitar.

Lo primero, nos encontramos ante un lugar maravilloso, privilegiado, concurrido pero no abarrotado. es así que ya no nos movimos de la cala en todo el día y cancelamos el resto de los sitios que teníamos previsto visitar.
En la playa del Sombrerico se encuentra el chiringuito Manaca, que nos sirve para rellenar un capítulo de la historia de amor entre Almería y el cine. En este caso se trata de un capítulo antiguo, data del año 1972, año en que Orson Welles rodó la película La isla del tesoro, adjudicándose para él el papel protagonista de John Silver. A continuación, se puede ver un vídeo de la cala del Sombrerico tal y como estaba hace décadas, cuando se rodó la película. De hecho, con los restos del fuerte que se levantó para la película se construyó el chiringuito Manaca.
Para la comida, nuestro plan consistía en tomar paella en el chiringuito Manaca (de nuevo, una maravillosa recomendación de nuestros vecinos José Luis y Belén). Como es imposible calcular con antelación la afluencia es conveniente reservar. Además de paella, tienen una gran variedad de platos para elegir, se come fenomenal, con precios razonables y con vistas muy agradables.
¿Qué nos perdimos por habernos quedado atrapados, suspendida nuestra voluntad por tanta maravilla, en la playa del Sombrerico, cual nuevos ulises en la Isla de los Lotófagos? Pues, de haber seguido la ruta prevista, tocaba continuar por la carretera de la costa que une la torre de Macenas con Carboneras, para detenernos, antes de llegar al pueblo, y aunque fuera brevemente visitar la tristemente célebre playa del Algarrobico, a la que le ha robado la popularidad del nombre el hotel ilegal, levantado desde 2003, prohibido por distintas sentencias y que, a pesar de todo, como un mamotreto distópico se yergue en mitad del elemento natural e intenta apropiarse de una cala de todos para los pocos que puedan pagarlo, con un proyecto especulativo y antiecológico. Tal vez su último valedor, el Ayuntamiento de Carboneras (leer artículo en enlace adjunto), se resiste a que se apruebe la orden que definitivamente lo derribe y restituya la cala a su estado primigenio.

Como decíamos, de haber cumplido la planificación del día, habríamos entrado en el parque natural del Cabo de Gata por Carboneras, su acceso más septentrional, y habríamos visitado la torre de Mesa Roldán y la maravillosa playa de los Muertos. Nos la perdimos. Queda pendiente para mejor ocasión. Al contrario que Genoveses y Mónsul, cuyo acceso se cubre caminando unos centenares de metros desde el aparcamiento correspondiente, a playa de los Muertos se accede por un camino escarpado de algo más de medio kilómetro de desceso pedregoso. Una vez en la playa, de gravilla blanca, se puede disfrutar de las aguas más azules de la zona de cabo de Gata.

En el blog Sensación rural se dedica un artículo a los 10 mejores castillos de Almería. Si os habéis quedado con ganas de más sobre los castillos de la zona, podéis leerlo.

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