El pasado uno de julio presencié uno de esos momentos que al aficionado al teatro sólo le es dado vivir unas cuantas veces en la vida.
Me hallaba en el Festival de Teatro Clásico de Almagro y, de las representaciones programadas para ese día, me había fijado en el estreno de Los empeños de una casa, de Sor Juana Inés de la Cruz, a cargo de la compañía mexicana Coordinación Nacional de Teatro.
Sorprendentemente, el director del Festival, Emilio Hernández, se dirigió al público para comunicar que el vestuario, utilería y elementos de escenografía no había llegado desde México, con lo que peligraba el estreno. No obstante, el director y los actores habían decidido adaptar un nuevo montaje prescindiendo de los elementos de los que no disponían. El público recibió respetuosamente el mensaje y la representación comenzó.
Salvada la impresión inicial de ver a los galanes del siglo de Oro riñendo mano a la espada con pantalones vaqueros y camisetas oscuras con el rótulo de "Almagro Clásico", todo el público entró en el juego teatral de "querer creer" y los actores, se diría que encorajinados por el contratiempo, se entregaron a su interpretación apasionadamente. Como resultado, un texto conceptuoso, difícil como el de Sor Juana Inés de la Cruz se desgranaba, diluía su complejidad y llegaba hasta el público de forma clara, creíble.
La comunión entre actores, espectáculo y público fue perfecta, inefable. Al término de la representación los aplausos atronaron el corral y algunos actores, liberada ya la tensión, rompieron a llorar por la acogida que había tenido el montaje a pesar de las dificultades. Uno, que es perro viejo como espectador de comedias áureas quiere pensar que no se dejó llevar del embrujo del Corral de Almagro (que puede que también; de hecho si tienes que representar sin escenografía ni utilería, ¿qué mejor sitio que un corral de comedias del siglo XVII?). Lo que presenciamos el pasado uno de julio fue un espectáculo redondo, teatro con mayúsculas. Adjuntamos una foto del coloquio con actores que mantuvimos al día siguiente.
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lunes, 7 de julio de 2008
Los empeños de una casa - Festival de Almagro 2008 (1ª parte)
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2 comentarios:
Mil gracias por tu comentario, ha sido un placer a pesar de los contratiempos esa maravillosa experiencia. Como tu bien lo dices el majestuoso corral tuvó a bien inundarnos con su magia y poder llevar a buen fin esta celebración teatral entre actores y espectadores sorteando a cada paso las inclemencias, pero eso sí, con todo el corazón. Te agradezco mucho tus comentarios, me hacen muy feliz. Un abrazo. Aleyda Gallardo ("Celia" en Los empeños de una casa")
Gracias, gracias, gracias. Los empeños de una casa ha sido una experiencia tremenda, difícil de resistir (en todos sentidos). Se me salen las lágrimas de coraje y de alegría por ese momento de las camisetas del festival y por ese momento en que la gente nos recibió con gusto, con imaginación.
Antonio Rojas (Don Carlos) Actor mexicano.
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