viernes, 30 de julio de 2021

Vacaciones en Almería. Playas de Vera

 

https://www.playasenator.com/hoteles/zimbali-playa-spa-hotel/imagenes/

Hacía años que teníamos ganar de conocer la costa de Almería como destino de vacaciones y nos pareció que este era el adecuado para empezar, así que desde Madrid en coche nos plantamos en unas 5 horas en Playas de Vera, a las 13:30 del sábado 17 de julio, concretamente delante del hotel Zímbali Playa (de la cadena Senator. 

Tras dejar las maletas en la habitación, comimos en El Gnomo Feliz, que es la primera de las recomendaciones de nuestros vecinos Belén y José Luis. Ellos conocen la zona de toda la vida y se convirtieron en nuestros guías y prescriptores de la mayor parte de sitios que aparecen en el presente texto. Les estamos agradecidos por tantas y tan buenas sugerencias. El Gnomo Feliz ofrece buena cocina de menú de fin de semana (con las opciones de menú completo o medio menú), platos abundantes a un precio de 14,5 € por persona (bebida no incluida). Como íbamos hambrientos, dimos buena cuenta de los medallones de solomillo a la pimienta, costillas de cerdo y raviolis de pasta rellenos de pera y salsa de queso. Feliz de probar la pieza llamada lagarto ibérico, bastante más frecuente por estos lares que en la zona centro peninsular. Fueron los platos principales más celebrados. ¡Ah, cómo no destacar la estupenda atención de nuestra camarera Mariana!


Por la noche, hicimos un descubrimiento junto al hotel Zímbali. Se trata del restaurante argentino B2 Mohana. Aparte de lo esperable (cortes de ternera como entrecôte, entraña), nos sorprendió un plato llamado caramelos de ternera, una de las especialidades del sitio. Pero tenían otros platos diferentes muy ricos, como el crêpe de vieiras y gambas. También ricos los gambones a la plancha. En cambio, nos pareció floja la pechuga de pollo con salsa de curry y coco (por culpa de la salsa, inapreciable).

    Para tomar después una copa o cóctel tenemos diferentes opciones: la más sobresaliente es Maraú Beach Club, que también es restaurante. También nos gustó el Armony Beach Club (del que se puede ver vídeo en este enlace.

Por Playas de Vera nos movimos los siguientes días, probamos diferentes sitios para comer y cenar y de otros nos quedamos con las ganas de probar. Los englobamos en el primer día de la entrada del blog, aunque corresponden a diferentes días. 

Por ejemplo, el domingo tampoco comimos a pie de playa, aunque en esta ocasión sí que estábamos muy cerca de la playa de Puerto Rey (a algunos centenares de metros), concretamente en la freiduría Rosado: muy rico todo el pescado (nosotros probamos los chipirones a la plancha, calamaritos, cazón en adobo y bacalao frito) y otros platos como las berenjenas con miel de caña, o el timbal de guacamole. Pedir medias raciones fue una estrategia estupenda para probar más platos sin atracarnos.

Hemos frecuentado los chiringuitos y restaurantes de la playa más cercanos al hotel. A veces, se agradece no tener que usar el coche. Son recomendables tanto la Duna, como Antonio, y Sol y Arena, los tres en el playazo de Vera. 

En la playa de Puerto Rey, no pudimos, aunque nos habría gustado, conocer La Laguna, regentado por Nigel Stuart. Aparte de sus paellas y sus raciones de pescado, el viernes ofrecía su versión de las “fish and chips”, pero no quedaba ni una mesa libre cuando llamamos.  

Otro sitio interesante es La Brasa, en el pueblo de Vera. Lo mejor de la huerta y de la brasa (carne y pescado) al interesante precio de 11 € por persona, con bebida, café, postre, incluido en el precio, más una ensalada obsequio de la casa y servicio de pan sin coste. La carta es amplísima y por destacar uno de los platos, vamos a hacerlo con el ajoblanco, de la familia de los gazpachos y salmorejos, y uno de los platos estrellas de la gastronomía almeriense. Y si estáis en el pueblo de Vera el sábado hay que dejarse caer por el mercadillo, que es uno de los más extensos y con mayor variedad de puestos de la zona.


Si os apetece un turismo más activo para esos días de playa, en el playazo de Vera encontraréis posibilidades de alquilar pedaletas acuáticas, tablas de pádel surf o de windsurf. Por otro lado, si tras unos días de playa, queréis disfrutar del agua de otra manera, junto al hotel está el parque acuático Aqua Vera. También existe la posibilidad de sobrevolar la playa de Vera en un vuelo biplaza con parapente a motor, vuestro deseo lo hará realidad la empresa Aeronómadas (aquí enlace), desde la cercana Palomares. Sí, es la misma playa de Palomares sobre la que el 17 de enero de 1966 chocaron dos aviones norteamericanos en pleno vuelo. A consecuencia de lo cual, murieron 7 de los 11 tripulantes de las aeronaves y cayeron cuatro bombas con carga nuclear, tres en tierra y una en el mar. Para hacer una demostración pública de que la radioactividad no había contaminado las playas y las tierras colindantes y evitar la repercusión negativa que habría podido derivarse de ello para el turismo en la zona, el ministro Manuel Fraga y el embajador norteamericano Angier Biddle Duke se bañaron en la playa de Quitapellejos (Palomares) sin ninguna consecuencia para su salud, aunque hay quien afirma que el famoso baño se produjo unos kilómetros más lejos del lugar del incidente, exactamente en una de las playas de Mojácar, justo enfrente del Parador. Se puede encontrar más información en el siguiente enlace de wikipedia.

A continuación podéis ver un vídeo de demostración de los vuelos a motor en parapente:

Para enlazar con el siguiente apartado, otra propuesta para amantes del motor puede ser el circuito de karting de Garrucha.

Garrucha

Con casi 9.000 habitantes Garrucha merece mención aparte. Interesa saber que su importancia en la zona se debe a la triple influencia beneficiosa que se deriva de su ubicación costera: la pesca, el transporte marítimo desde su puerto de los yesos extraídos de la cercana Sorbas y el turismo. La prosperidad económica de la que disfrutó hace décadas convirtió su puerto en el más selecto de la zona. Sigue siendo interesante asistir a la llegada de los barcos tras la jornada de pesca y presenciar desde la lonja la subasta de pescado. El producto estrella es, sin duda, la gamba roja de Garrucha, un manjar que se puede degustar en cualquiera de los restaurantes cercanos al puerto.

Nosotros elegimos para visitarlo la tarde noche de un sábado de julio. Y podemos dar fe de que su puerto deportivo atrae a multitud de personas a las noches de gastronomía, copas y música, desafiando incluso las restricciones recomendadas por la situación de pandemia. Da la impresión de que el gentío congregado estaba compuesto tanto por locales como por visitantes de veraneo, una pequeña parte de los cuales podrían corresponder al turismo extranjero.

  A la oferta gastronómica, de música y copas, se suma el sinfín de puestos y tenderetes que se disponen por el paseo marítimo. Y atracciones para los más pequeños, que pueden encontrarse en un recinto del puerto por el que se camina hasta llegar a la estatua erigida a la Virgen del Carmen por Garrucha.

https://www.verpueblos.com/andalucia/almeria/garrucha/foto/698396/

La noche termina de forma inmejorable con cena y copa en uno de los chiringuitos más recomendables de la zona, el Boracay, en la playa de las Escobetas.





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