Planificación del viaje
Antes de viajar, podemos encontrar en Internet información de utilidad. A nosotros nos han gustado especialmente los siguientes enlaces:
- Los viajes de David y Neus: Grecia
- Diario: Tras las huellas de Ulises (Grecia 2015)
- Viajar a Grecia: Helenizarte
Al aterrizar
Cómo llegar del aeropuerto al hotel:
Antes de viajar, podemos encontrar en Internet información de utilidad. A nosotros nos han gustado especialmente los siguientes enlaces:
- Los viajes de David y Neus: Grecia
- Diario: Tras las huellas de Ulises (Grecia 2015)
- Viajar a Grecia: Helenizarte
Al aterrizar
Cómo llegar del aeropuerto al hotel:
En
taxi, entre 40 y 50€.
En
metro: existen tres líneas de metro, que abarcan el centro de la ciudad. Desde
el aeropuerto se tarda 1h 15' aproximadamente. La línea 3, la azul, te deja en
paradas tan céntricas como Syntagma o Monastiraki.
Ya
en el hotel
Los hoteles en Atenas tienen, en nuestra opinión, precios
altos, así como los billetes de avión. Nuestra prioridad era conseguir una
habitación familiar (para cuatro personas), céntrica, al precio más ajustado
posible. En este sentido, el Novotel Athens cumplió con creces nuestras
expectativas, a pesar de estar algo más alejado de lo que nos habría gustado.
En cuanto a la zona del hotel, hay que comentar que no es la más próxima a la Acrópolis, ni la más
bonita de la ciudad (como en toda Grecia y, especialmente en ciudades como Atenas o Salónica, conviven edificios nuevos y lujosos, con otros en ruinas; zonas relucientes y otras donde se acumula la suciedad). Pero se puede acceder al
centro caminando durante 20 minutos, o bien en transporte público (metro). Por
último, hicimos uso de los taxis de Atenas (una opción que debe tenerse en
cuenta, sobre todo, si se viaja en grupos de 4 personas), nada caros en
comparación con los de otros destinos urbanos europeos.
Por
contra, la ubicación del hotel, lejos de la marabunta turística, nos permitió
conocer de primera mano y a pie ambientes nocturnos genuinos en Atenas como la plaza
Omónia, Victorias o el barrio de Exárgia. Y también organizar la visita para dedicar al
cercano Museo Arqueológico de Atenas el tiempo y la atención que merece.
Es tarea ardua afrontar un acercamiento serio al mundo helénico y, como viajeros apresurados del siglo XXI siempre con el teléfono móvil en ristre, solo podemos aspirar a un acercamiento superficial en un viaje de estos pocos días.
Desde un punto de vista histórico, la influencia de lo que llamamos genéricamente Grecia sobre la civilización occidental abarca varios miles de años y genera una bibliografía inabarcable. Para fijar un punto de partida y tomando en consideración las palabras de la profesora Ana María Vázquez Hoys en su obra Historia del Mundo Antiguo (Grecia), Madrid, UNED, 2007, señalaremos el año 2100 a. C. como la fecha aproximada en que pueblos que hablaban griego arribaron a las costas del Peloponeso e iniciaron la civilización micénica en el siglo XVI a XV a. C. Somos conscientes de que dejamos fuera la civilización minoica, anterior e igualmente interesante, si no más, pero con suerte, será objeto de otro viaje si tenemos la fortuna de conocer Creta alguna vez; tampoco haremos referencia a las Islas Cícladas (Delos y, a su alrededor, Mikonos, Santorini, Naxos, Andros y otras), cuya civilización se desarrolló entre el año 3000 y el 1000 a. C. De hecho, uno de los museos que nos dejamos por ver en nuestra visita a Atenas fue el Museo de Arte Cicládico. Lo sabemos, imperdonable.
De manera que, en los siguientes post haremos una incursión en el periodo de esplendor de Micenas, trataremos de separar y diferenciar las distintas Atenas que han convivido en amalgama en el mismo espacio físico hasta el momento actual (trataremos de detenernos en el periodo clásico, en el helenístico, en la etapa de ocupación romana, en la atenas bizantina, en los muchos siglos bajo dominio del imperio Otomano, hasta la independencia de Grecia en el siglo XIX y, finalmente, el momento actual.
Serán objeto de nuestro estudio la historia, la arquitectura, la escultura (el arte, en general), la literatura, las artes culinarias, las costumbres y las personas del país heleno en un ejercicio de sociología de calle que trata de hacer cualquier viajero que se precie. Vamos a ello.
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