El ángel más tonto del mundo puede calificarse de "novela gamberra", que rezuma humor por todos sus poros, un humor socarrón e hiriente que dirige sus dardos a los habitantes del pueblecito californiano de Pine Cove: el alguacil "ex-fumeta" que mantiene a escondidas una plantación de marihuana para comprar un regalo especial a su mujer, ex-actriz cuya interpretación de una exuberante guerrera medieval años atrás le han dejado unas secuelas en forma de trastorno psicológico de la personalidad; por otro lado, la ex-pareja formada por Dale Pearson, un constructor opulento y Lena Márquez, agente inmobiliaria, mantienen tras su ruptura una relación tumultuosa cuyo penúltimo episodio estalla en forma de enfrentamiento la víspera de Navidad. El asesinato de uno de ellos, vestido de Papá Noel, traumatiza a un niño que lo presencia todo, hasta aquí nada extraordinario, de no ser porque el ángel Raziel decide intervenir para concederle al niño Josh el deseo de revivir a Papá Noel. Todo ello desencadenará un delirante episodio de ataque de zombies "comecerebros" más propios de película americana de serie B.
Libro divertidísimo, de lectura recomendada, con lo que conviene ignorar la advertencia del autor: "si adquiere este libro en calidad de regalo para su abuelita o un crío, debería ser consciente de que contiene palabrotas y suculentas descripciones de canibalismo, así como actos sexuales entre cuarentones. No me echen la culpa. Se lo advertí".
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